La boda del magnate Zac con Freddie, una inocente camarera, fue de conveniencia. Zac, un hombre de corazón sombrío, ayudaría a que la familia de Freddie no se separara si ella le daba un hijo. Tenía la seguridad de que su insaciable pasión pronto se apagaría. Pero, cuando Freddie se quedó embarazada, él se dio cuenta de que ansiaba algo más que un heredero: ¡deseaba que Freddie se quedara en su lecho para siempre!