Stavros Denakis se puso como una furia cuando Tessa Marlowe apareció de nuevo en su vida sin avisar. Aunque técnicamente estaban casados, la unión nunca había sido consumada. La vida había hecho que Stavros desconfiara de las mujeres, por lo que inmediatamente creyó que esa esposa a la que apenas conocía era una cazafortunas. ¿Por qué iba a haber aparecido en su casa si no era por dinero? Pero Tessa era una tentación a la que no podría resistirse por mucho tiempo…
Después de acostarse con su marido, Tessa se dio cuenta de que se había enamorado de él y deseaba que el suyo fuera un matrimonio de verdad. El problema era que, por muy apasionado que fuera en privado, Stavros parecía empeñado en seguir teniendo un matrimonio de conveniencia…