Dieron rienda suelta a su pasión en el desierto
Petra había viajado hasta el reino de Zuran para conocer a su abuelo... y allí descubrió que él había concertado su matrimonio con el rico jeque Rashid, al que ella jamás había visto. Así que ideó un plan que consistía en arruinar su reputación con el fin de que el jeque la rechazara como esposa... para ello le pidió a Blaize, el guapísimo empleado de su hotel, que se hiciera pasar por su amante.
Blaize era perfecto como amante fingido... pero también demostró ser un excelente amante. Entonces descubrió algo increíble: el hombre al que acababa de entregarle gustosa su virginidad no era otro que ese con el que se suponía se tenía que casar... ¡el jeque Rashid!